"El caso del salmón en Chile "
En las últimas décadas, Chile ha alcanzado un acelerado liderazgo en la producción y el abastecimiento de la salmonicultura mundial. Es por ello que se ha dado énfasis al desarrollo e implementación de programas territoriales integrados. Autores como Achurra (1995); Maggi (2002); Montero (2004); Iiuzka (2004); Ulloa (2006); Pietrobelli y Rabelloti (2005); Torres
(2006), han indagado en el origen del cluster del salmón en Chile, su estructura, competitividad y su aporte al desarrollo de la industria Acuícola nacional. Los autores concuerdan en que existe suficiente evidencia para sostener que la industria del salmón chilena cumple con
gran parte de los atributos de un cluster, según la visión de Porter.
En poco más de dos décadas Chile ha alcanzado una posición
de liderazgo en la industria salmonera mundial,
exportaciones de alimentos del país. El año 2005 las exportaciones chilenas de salmón y trucha alcanzaron los US$ 1.721 millones, totalizando envíos por 383.700 toneladas netas (Salmón Chile, 2005).
En el año 2005 el 87% de la actividad salmonera nacional se concentra en la X Región. No obstante, como resultado de excelentes ventajas comparativas, hoy la industria se extiende naturalmentehacia la XI Región, donde se proyectan los mayores crecimientos (Salmón Chile,2005).
Uno de los factores constituyentes más significativos de este cluster
es la aparición de importantes redes asociativas luego de esfuerzos
colectivos en torno a la estandarización de la calidad de procesos y
monitoreo del fitoplancton. Por un lado, la Asociación de la Industria
del Salmón de Chile A.G. (Salmón Chile), instancia que agrupa a 72,
entre productores y proveedores, y su instituto tecnológico (INTESAL).
A ella, se suman asociaciones más especializadas como la Asociación
de Armadores Marítimos (ARASEMAR)3, la Asociación de Talleres de
Redes (ATARED), la Asociación de Empresas de Buceo (ADEB) y la
Asociación de Laboratorios Veterinarios (ALAVET).
Es muy probable que uno de los factores gatillantes de la asociatividad
e innovación en la industria sea el carácter integrado de las
empresas pioneras, a partir de las cuales emigraron profesionales y
técnicos para desarrollar empresas de servicios. Esto y la proximidad
física de los diversos actores facilitaron la interacción y construcción
de esfuerzos asociativos4.
Por otra parte, según el INE5 X Región, el cluster del salmón cuenta con la participación de alrededor de 500 empresas clave dedicadas a la venta de bienes y servicios a lo largo de toda la cadena de valor
y 150 son proveedores de insumos. Según Torres (2006), uno de los
efectos más significativos en la ocurrencia del cluster del salmón,
es que producto de la permanente demanda por nuevas soluciones
productivas, la mayoría de los proveedores se mueve hacia el uso intensivo de tecnologías.
Empresas textiles : "Un Cluster Mexicano"
El centro latinoamericano para la competitividad y desarrollo (CLACDS) se dedica a la promoción y facilitación de procesos concentrados para logros de estrategias de desarrollo que mejoren e integren procesos económicos, sociales y ambientales.
Al trabajar en cuatro áreas que se refuerzan mutualmente –crecimiento económico y competitividad, capital distributivo, sostenibilidad ambiental y desarrollo industrial- se busca crear las intenciones para impulsar un desarrollo económico y social sostenible. Estos esfuerzos coordinados entre el sector público, sector privado y la sociedad civil, posibilitan el desarrollo de iniciativas que conduzcan a mejores niveles de productividad y desempeño general de las actividades económicas
Las iniciativas que impulsa el CLACDS han estado dirigidas a la implementación de acciones específicas orientadas al desarrollo competitivo y sostenible de los clusters o conglomerados más importantes de la región. Aquí analizáremos los principales elementos de la composición competitiva del cluster textil en centro América principalmente en México, dentro de un contexto de grandes retos y de una intensa y creciente rivalidad internacional, resultante de la eliminación total de las cuotas textiles y de otros factores.
En una economía con elevadas barreras al comercio exterior y un mercado interno relativamente estrecho, las economías de escala compensan las desventajas del congestionamiento urbano y dan lugar a un patrón de localización del empleo manufacturero altamente concentrado. La apertura comercial debilita el impacto de las economías de escala en la concentración espacial del empleo manufacturero en el centro industrial del país conformado durante el proteccionismo comercial.
Mediante el análisis econométrico de los diferenciales salariales con respecto a los centros industriales, Hanson (1997) encontró evidencia indirecta de la existencia de economías de aglomeración en las manufacturas, así como de la creciente jerarquía económica alcanzada por las entidades de la frontera norte a medida que se profundizaba la apertura de México al comercio exterior.
Las evidencias empíricas proporcionada por los trabajos de Chamboux-Leroux (2001), Dávila (2004) y Hanson (1997), están en línea con las dos predicciones básicas del modelo KL y sugieren que la liberalización comercial alcanzada con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) impulsó la descentralización de las manufacturas desde la Ciudad de México. Este proceso no ha sido homogéneo ni espacial ni sectorialmente, pues como en algunas ciudades del centro-norte y norte de la república mexicana y en un número reducido de actividades industriales.
La relocalización de las manufacturas obedecería a la siguiente lógica: El desplazamiento de la industria desde la Ciudad de México hacia el norte del país, busca optimizar los costos de transporte de insumos, bienes y servicios desde y hacia el mercado norteamericano. Su concentración en un conjunto reducido de zonas metropolitanas, se explica por la importancia de las economías de aglomeración, específicamente las definidas por Ohlin (1933) como de escala y de localización, o bien de las llamadas externalidades tipo Marshall (1920).
Explicar las razones por las cuales la actividad industrial se concentra en un espacio especifico, es tal vez el mayor desafío para la teoría de la localización industrial. Por supuesto, ésta circunstancia se presenta en las once zonas metropolitanas más populosas de la región. En tan solo cuatro ciudades (Monterrey, Ciudad Juárez, Reynosa-Río Bravo y Saltillo)
los agrupamientos económicos han adquirido gran relevancia como forma de organización de las tareas productivas. Como México, se detectó la presencia de 13 clusters industriales (Dávila, 2005). Tal vez la definición más conocida de los clusters, es la proporcionada por Michael E. Porter, quién los describe como “...una concentración geográfica de compañías interconectadas, proveedores especializados, proveedores de servicios, empresas en industrias relacionadas e instituciones asociadas..., las cuales compiten y cooperan en un campo económico particular”. “...el alcance geográfico de los clusters está determinado por la distancia en la cual operan las
eficiencias derivadas del intercambio de información, bienes, servicios y otros incentivos.” (Porter, 2000).