Según Cilloniz un cluster se definiría de la siguiente forma: concentración sectorial o geográfica de empresas que se desempeñan en las mismas actividades o en actividades estrechamente relacionadas – tanto hacia atrás (hacia los proveedores de insumos y equipos) como hacia delante y hacia los lados (hacia industrias procesadoras y usuarias así como a servicios y actividades estrechamente relacionadas) con importantes economías externas, de aglomeración y especialización; teniendo la posibilidad de llevar a cabo una acción conjunta en búsqueda de eficiencia colectiva.
Para el común de la gente el termino cluster pareciera ser algo no muy cercano o conocido, pero a pesar de este desconocimiento los cluster tienen una importancia mucho más relevante de lo que se cree.
Un cluster económico se puede definir de una manera más simple como un encadenamiento productivo, aglomeración industrial, red empresarial, etc. Es por ello que se le da énfasis a su importancia. Este conglomerado de empresas actúa como un núcleo de producción que se especializa en la implementación de estrategias económicas en el afán de lograr satisfacer las más variadas necesidades en los más diversos ámbitos. Una de las características que definen a los clusters es que cada uno posee una trayectoria única de desarrollo, principios de organización y problemas específicos. Se podría concluir que cada cluster posee un sello único y están estrechamente relacionados entre si.
La importancia que tienen los clusters para poder comprender el desarrollo industrial fue señalada por primera vez por el economista británico Alfred Marshall a fines del siglo XIX, aunque su consideración fue posteriormente dejada de lado. El concepto predominante en ese momento no era el de las economías externas, que constituyen la ventaja básica de los clusters, sino el de las economías de escala. La situación comenzó a cambiar en los años 1980 cuando los observadores externos detectaron en Italia el florecimiento de un sector de pequeñas y medianas empresas (PYME). El análisis de los clusters y conglomerados productivos adquirió un impulso importante luego que Michael Porter publicara "Las Ventajas Competitivas de las Naciones" en 1990, donde enfatizaba la importancia que revestían los clusters para la competitividad industrial.
Para el común de la gente el termino cluster pareciera ser algo no muy cercano o conocido, pero a pesar de este desconocimiento los cluster tienen una importancia mucho más relevante de lo que se cree.
Un cluster económico se puede definir de una manera más simple como un encadenamiento productivo, aglomeración industrial, red empresarial, etc. Es por ello que se le da énfasis a su importancia. Este conglomerado de empresas actúa como un núcleo de producción que se especializa en la implementación de estrategias económicas en el afán de lograr satisfacer las más variadas necesidades en los más diversos ámbitos. Una de las características que definen a los clusters es que cada uno posee una trayectoria única de desarrollo, principios de organización y problemas específicos. Se podría concluir que cada cluster posee un sello único y están estrechamente relacionados entre si.
La importancia que tienen los clusters para poder comprender el desarrollo industrial fue señalada por primera vez por el economista británico Alfred Marshall a fines del siglo XIX, aunque su consideración fue posteriormente dejada de lado. El concepto predominante en ese momento no era el de las economías externas, que constituyen la ventaja básica de los clusters, sino el de las economías de escala. La situación comenzó a cambiar en los años 1980 cuando los observadores externos detectaron en Italia el florecimiento de un sector de pequeñas y medianas empresas (PYME). El análisis de los clusters y conglomerados productivos adquirió un impulso importante luego que Michael Porter publicara "Las Ventajas Competitivas de las Naciones" en 1990, donde enfatizaba la importancia que revestían los clusters para la competitividad industrial.
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